Después de legislaturas intensas, los diputados esquivan la aprobación de proyectos conflictivos

Tras dos legislaturas intensas y cargadas de proyectos congresuales controversiales, la Cámara de Diputados redujo su ritmo de debates y, durante las sesiones de la actual legislatura, ha optado por esquivar la aprobación de iniciativas conflictivas o que generen divisiones de criterio.

La legislatura vigente, que inició el 16 de agosto de este año, se distancia del ritmo acelerado de aprobaciones de los dos últimos periodos de trabajo y se concentra en iniciativas de menor impacto nacional, como cambios de nombres de calles, renombrar hospitales, emitir resoluciones dirigidas al presidente Luis Abinader o aprobar reconocimientos.

En los más de dos meses transcurridos desde el inicio de la legislatura ordinaria, la Cámara de Diputados ha realizado 12 sesiones de trabajo que, aunque registran algunas aprobaciones, distan del ritmo de análisis de proyectos relevantes que caracterizó las legislaturas anteriores.

La baja intensidad en las aprobaciones se produce tras la carga legislativa de la pasada legislatura extraordinaria, cuando los diputados celebraron sesiones maratónicas para aprobar el esperado Código Penal.

De hecho, al inicio de la presente legislatura, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, comunicó a sus colegas que las agendas de las primeras sesiones serían más ligeras, con el propósito de que los legisladores pudieran concentrarse en avanzar los proyectos que se estudian en las comisiones.